Consejos básicos para hacer una buena mamada (fellatio)

Fellatio es el término técnico para describir a lo que todo el mundo llama “mamada”, pero lo cierto es que sin importar como lo llamen, es un acto que requiere mucha confianza y conocimiento.

Los mensajes sociales sobre la felación sugieren que a los hombres les gusta tanto las mamadas, que no les importa la técnica.

Sin embargo, la habilidad de dar un buen fellatio va más allá de metertelo en tu boca. Lo cierto es que  saber cómo leer a tu pareja, qué hacer con él y cuándo hacerlo, puede marcar la diferencia.

Sigue leyendo para aprender sobre las cosas más importantes, que debe tener una buena chupada…!

Comienza agradablemente

El estigma social parece enfocarse más en el olor y sabor por los genitales de las mujeres que por el de los hombres.

De hecho, los hombres pueden oler y saber tan fuerte como las mujeres, así que, si eres nueva en este asunto de las mamadas, es posible que te preocupen el gusto y el olfato.

Si es así, sugiérele un baño sexy o una ducha juntos para comenzar con borrón y cuenta nueva.

También puedes incluir un poco de lubricante personal con sabor, o ponerle un condón saborizado, que es ideal para un sexo oral más seguro.

La comodidad física es la clave

Si ambos no se sienten físicamente cómodos no podrán divertirse y disfrutar de fellatio. Esta actividad puede ejercer presión sobre tu cuello y mandíbula.

Arrodillarte frente a él sobre una almohada, mientras él está de pie o sentado, te dará amplio acceso y una buena amplitud de movimiento.

Si has tenido malas experiencias con el fellatio al sentir que te falta control, coloca a tu hombre de espalda.

Esta posición te otorga mayor control sobre la profundidad y el movimiento, y si te gusta esa sensación, entonces ve por ella.

Bromea con tacto

Con las manos, acaricia suavemente la parte interna de los muslos, el pene, los testículos y el perineo, prestando atención a sus reacciones (verbales y faciales) cuando tocas ciertos puntos.

El punto más sensible en el pene de un hombre es la cabeza (conocido como el glande), y especialmente el frenillo; una hendidura con un pequeño pliegue de piel, que se encuentra entre el glande y el tronco del pene.

Es posible que desees repasar tu conocimiento de la anatomía sexual masculina, para saber de qué se trata.

Dale una lamida

Haz un recorrido con la lengua, explorando el terreno con movimientos lentos y amplios.

No tengas miedo de usar mucha saliva, ya que es un lubricante natural, con elo que el se va a sentir genial y ayuda a crear fricción y succión.

Existen muchas enfermedades de transmisión sexual que se transmiten durante el fellatio. Así que el uso de condones con sabor, es una excelente forma de practicar sexo seguro, y solucionar la cuestión del sabor, en caso de que esto sea un problema.

También es una excelente manera de lograr que los hombres reacios al uso del condón, acepten de mejor gana su uso.

Tómalo con tu boca desde el inicio

Cuando su pene esté semierecto, guía lentamente tus labios sobre la punta, asegurándote de no rozar con tus dientes mientras deslizas suavemente tu boca por su eje, hasta donde te sientas cómoda.

Mantén la boca tensa, ya que la presión de los labios se sentirá muy bien a medida que se deslizan por su pene.

Ponerlo en tu boca antes de que esté completamente erecto, es una buena forma de sentirse cómoda con el tamaño de su pene, particularmente si el pene de tu hombre se encuentra en un rango especialmente grande.

Controla el reflejo nauseoso

Si no eres experta en garganta profunda (llevarse tooodo el pene a la boca), tratar de hacerlo sin haber practicado, probablemente activará tu reflejo nauseoso.

Pero con la técnica de manos y boca que te describo a continuación, la garganta profunda no es necesaria porque logra un efecto similar.

Con la práctica, podrás aprender a relajar tu reflejo nauseoso y realizar una garganta profunda como se debe, porque es algo que en términos visuales, excita mucho a la mayoría de hombres.

Técnica de manos y boca

Usando la boca y la mano # 1

Una buena mamada incorpora manos y boca.

Coloca una mano alrededor del eje, en la mitad superior de su pene, y muévela hacia arriba y abajo.

Al mismo tiempo, intenta coordinar tus movimientos para que tu mano y tu boca suban y bajen en sincronía.

Si tu hombre empuja, tu mano evitará que su pene se introduzca demasiado en tu boca.

Usando la boca y la mano # 2

Si ves que le gusta esta combinación, sube la mano por el eje (siguiendo la boca).

Después, retira la boca brevemente, y desliza y gira tu palma de la mano sobre la cabeza del pene, como si estuvieras exprimiendo una naranja.

Luego, vuelva a bajar tu mano seguida de tu boca y repite. Esto los vuelve locos a casi todos…!

Usa tu boca y tu lengua

A medida que tu boca viaja por la parte inferior del pene, aplana la lengua para que le darle una amplia, bonita y húmeda lamida al frenillo.

No tengas miedo de probar diferentes tipos de lametones o besos. Los labios se sentirán bien sobre tu hombre, cuando se abren sobre el borde del pene, pero antes de cambiar, realiza cada lamida repetidamente para darle placer constante.

Diviértete con el prepucio

Si tu pareja no está circuncidada, inserta tu lengua en el prepucio y circúlala alrededor de su cabeza.

Usa tus dedos para masajear suavemente la cabeza a través del prepucio, alternando con lengua profunda.

Déjalo ir

Cuando esté listo para el orgasmo, mantén tus movimientos constantes y firmes, no te relajes.

Una vez que comience a eyacular, sigue con el movimiento y luego detente. La mayoría de los hombres no quieren ser estimulados después de haber eyaculado y tenido un orgasmo.

¿Tragar o no tragar?

Esta decisión depende completamente de ti. No pasa nada si no quieres, pero es bueno que tu pareja sepa que no es nada personal.

Si no quieres tragar, y no estás familiarizada con los signos de la eyaculación inminente, hazle saber que te gustaría recibir una advertencia.

Retira la boca cuando esté a punto de eyacular, y continúa acariciándolo a medida que se desarrolla su orgasmo.

Consejos adicionales

No olvides el resto de su cuerpo. El escroto y los testículos (bolas) son particularmente sensibles, y a la mayoría de los hombres les gusta que los estimulen.

Intenta lamer o tocar ligeramente sus testículos durante el sexo oral. También le podría gustar que los acunara suavemente en una de tus manos.

Algunos hombres se vuelven salvajes cuando se les coloca la mano alrededor de la parte superior del escroto, y se tira suavemente hacia abajo.

A otros les encanta que le apliquen presión sobre su perineo (entre su ano y sus testículos) con uno o dos dedos.

A él le también le puede gustar que le pongas la yema del dedo en su culito sin penetrar, para una estimulación anal adicional, o con penetración para una estimulación prostática.